El I-LASIK ofrece una pérdida sustancial de la dependencia al lente en la mayoría de los casos, y no necesariamente la pérdida de todo lente para el resto de la vida.
Es probable que meses o años después de la cirugía, en algunos casos se requiera de alguna corrección óptica (pequeños lentes), sobre todo para situaciones de mayor exigencia visual, como por ejemplo la conducción nocturna de un automóvil.
Los que si esta científicamente comprobado, son las innumerables ventajas del I-LASIK, entre las cueles podemos resaltar:
- Rapidez de la recuperación visual
- Precisión del procedimiento.
- Seguridad de la técnica.
- Lo simple y bien soportado del procedimiento.
- La estabilidad del resultado.
Existes muy pocas desventajas con el I-LASIK si la cirugía es correctamente indicada, sin embargo, como todo acto quirúrgico, este puede representar ciertas complicaciones potenciales de muy baja incidencia, pero que deben ser comentadas y discutidas con su oftalmólogo.
Es muy importante tener en cuenta que luego de la cirugía, existen fenómenos visuales, a veces molestos, que no son considerados como complicaciones. Estos son regresivos en un corto o mediano plazo (algunos días hasta tres meses). Entre ellos podemos indicar:
- Visión de futuro fluctuante (altibajos diarios)
- Mala visión de cerca
- Halos bordeando las fuentes de luz, de noche.
- Perfiles desdoblados.
- “Pesadez” ocular.
- Sequedad, picazón y a veces pequeños dolores puntuales oculares.
Actualmente el I-LASIK es reconocida como la técnica de corrección de defectos ópticos más eficiente y segura del mundo. Si usted tiene interés en corregir su miopía, astigmatismo o hipermetropía consulte a su oftalmólogo, quién determinará si existe o no alguna indicación quirúrgica, y cuales en su caso son las expectativas visuales.